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¡Érase una vez Eros!

La Tata Franco




Tratando de organizar mis ideas sobre el erotismo para escribir un artículo que me pidieron, me puse a pensar en ¿para qué sirve saber sobre Eros? ¿Seguramente podrían tener hombres y mujeres una mejor experiencia si así fuera? O tal vez es privilegio de unos pocos e infortunio de muchos otros.


En los años que llevo atendiendo mujeres en mi consulta, me he encontrado con una gran mayoría de ellas que buscan soluciones a su falta de deseo, con poco interés y una poca capacidad para sentirse excitadas en el momento del encuentro sexual con su pareja. Eso, sin contar las que han avanzado en el tiempo y ahora ya no logran una lubricación exitosa y, por ende, el orgasmo es el gran ausente en sus vidas.

Luego de descartar que el origen de su queja sea por esas hormonas que a veces se desordenan, paso a pensar que esa falta de deseo puede provenir de muchos otros aspectos como por ejemplo el “preámbulo”.


¿El qué?,

Sí, el “preámbulo” …


O juegos sexuales previos, juegos de seducción, juegos eróticos, mejor dicho, todas esas cosas que solemos hacer … o no, antes de la penetración durante el encuentro sexual con nuestra pareja.


¡Claro! al preguntarles a esas mujeres sobre este grandioso momento de besos, abrazos, caricias, bailes sensuales, palabras, olores, sabores, en fin, exploración corporal que estimula los sentidos en un juego sexual que termina por encender el deseo y nos lleva a unos niveles de excitación que permiten un mayor disfrute del momento íntimo y nos ayuda a salir de esa monotonía, la gran mayoría de ellas responde con un gran: “NO!, no hay…”

¿Se dan cuenta? todo es una cadena de sucesos que comienza con un hecho fácil de solucionar, pero que termina en una sensación intensamente frustrante cuando esta ausente, que matiza todo de emociones negativas a un momento que debería ser mágico y glorioso, un dar y recibir que nos invita a idear nuevas formas de seducir y aumentar la pasión, nuevas maneras de convertir nuestra sexualidad en un juego delirante que permitirá mantener el interés sexual de la pareja.


Según un estudio realizado por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) en 2015, el 75% de las parejas sexualmente activas no realizan el preámbulo sexual, mientras que un 15% sí lo hace, pero no de forma frecuente. ¿Entonces?... la seducción, el erotismo, pasan a un segundo plano!, siendo que el preámbulo es tan importante, puesto que de él depende no solo el disfrute durante el encuentro sexual, sino el fortalecimiento de la relación y la duración de la misma.


Pero si nos damos cuenta que necesitamos más juegos eróticos para lograr una mejor excitación, lo primero es hablar con la pareja, ser sinceros y buscar alternativas, confiando en lo que nuestro cuerpo nos puede ofrecer y en lo que sentimos, conocernos de verdad mutuamente; es en este punto donde pretendo centrarme, puesto que si no conocemos nuestro cuerpo, si no lo exploramos, si no sabemos que es lo que nos causa placer y que no, no será posible sentir confianza en nosotros mismos a la hora de entregarnos a otro.

El verdadero erotismo solo es posible cuando cada uno trata de comprender al otro, logra ponerse en su lugar y hacer propias sus fantasías, para experimentar respuestas muy propias de sí mismo que despiertan el deseo sexual, permiten la excitación, desencadenan el orgasmo y se identifican con el placer.


En su mayoría, la mujer se caracteriza por llegar al sexo a través el afecto y de la intimidad, en cambio el hombre, suele llegar al afecto y a la intimidad a través del sexo, quiere decir que vamos por caminos distintos para llegar al mismo punto?, de ser así, el juego de la seducción nos debe llevar a entender que el placer no sólo se descubre con la penetración y en el encuentro sexual como tal, los seres humanos sentimos placer de muchas formas, besos, juegos y demás tipos de preludios sexuales, pueden abrir la puerta al éxtasis y hacer camino al mejor de los orgasmos. ¡Una palabra precisa, al igual que una caricia en la parte correcta, pueden marcar la diferencia!


Experimentar nuevas sensaciones y formas de placer, son la mejor manera de garantizarnos un encuentro sexual placentero. Por ejemplo, ¿tú sabías que si estimulas adecuadamente otra área de tu cuerpo que te propicie excitación, puedes lograr sentir un orgasmo? algo así como reinscribir el placer en otra zona de tu cuerpo

¡Recuerda!! un preámbulo muy erótico no tiene límites! excepto la penetración que es sólo una pequeña parte del gran abanico de posibilidades que ofrecen los encuentros sexuales.

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